Ingredientes:
1 huevo,
Aceite de girasol (muy importante que sea de girasol, y no de oliva)
Un par de cucharadas de vinagre blanco (sea de manzana o de vino blanco)
Media cucharadita de zumo de limón (el de botella tb nos sirve, no hace falta que sea recién exprimido)
Sal y pimienta al gusto
Ajo y perejil, frescos o de bote, si queremos darle un toque especial.
Necesitaremos de una batidora para hacerla y solamente tardaremos un par de minutos.
Preparación:
En un vaso alto de batidora, echamos el huevo, yema y clara, y le echamos unos 100 ml de aceite y una pizca de sal. Y nada más de momento.
Metemos la batidora hasta el fondo del vaso, y la ponemos a media potencia unos 30 segundos más o menos, sin subirla. Cuando ya empiece a cuajar la mezcla, podemos subir poco a poco y echarle más aceite, según la consistencia que queramos darle, a más aceite, más densa. Cuando hayamos adquirido la consistencia deseada, echamos el vinagre, primero un poco, media cucharadita, y el limón. Probamos a ver si está bien de ácida para el uso que le vamos a dar. Tened en cuenta que el limón hará que nos dure más tiempo, y el vinagre la dará más acidez. En este momento le podemos echar ajo y perejil, o curry, pimienta…
A mi me gusta con una cabeza de ajo fresco, troceada, y perejil freso. Así nos queda una especie de ali-oli que queda genial como salsa para patatas al horno (ya os daré la receta más adelante…)